Desde hace ya varias décadas que el
mercado mundial exige cada vez más a las empresas que quieren tener éxito en
este, cada día aumenta la cantidad de competidores en cada uno de los posible
mercados; nuevas tecnologías que permiten aumentar la eficiencia de las
empresas hacen que la brecha entre dichas organizaciones sea cada vez menor,
softwares especializados son hoy en día, capaces de realizar un sinfín de
tareas que anteriormente eran responsabilidad de personas, y por ende, el éxito
y la distinción de las empresas dependían más del talento y pensamiento humano
que de la implementación de herramientas computacionales o paradigmas
organizacionales.
Debido al gran ajetreo en el mercado
actual, es necesario desarrollar propuestas claras e innovadoras que permitan
la generación de valor agregado, para poder triunfar en el medio. Para lograr
generar este valor agregado es fundamental tener organizados todos los procesos
que se lleven a cabo dentro de la organización, sin importar cuál sea su
naturaleza, administrativa, financieros, legales, etc; para poder conocer e
identificar las falencias y fortalezas de la compañía, permitiendo a su vez
establecer objetivos claros en cuanto al camino que se desea tomar y a las
decisiones que deben tomarse también, para conseguir dichos objetivos.
Adoptar estrategias de negocio
permite a las empresas encaminarse en cierta dirección deseada, realizar
cambios que permitan alcanzar ciertas metas, por ejemplo, una empresa puede
adoptar una estrategia de negocio que tenga como fin reducción de costos, para
trasladar luego esta reducción al producto final, logrando que el cliente
perciba esta reducción e incentivándolo a preferir dicho producto sobre la
competencia; o una empresa que decide adoptar como estrategia un servicio de
calidad que destaque por encima de sus rivales.
Sin embargo, en repetidas ocasiones
estas estrategias de negocios adoptadas por parte de las empresas no logran
tener éxito, e incluso no llegan a ser si quiera implementadas, debido a que el
panorama que se tiene del funcionamiento de la compañía es limitado; no se
contempla en una escala la estructura funcional, no sólo de la empresa misma
sino también de todos los pares que influyen en el desempeño o funcionamiento
de esta. Para lograr comprender mejor el funcionamiento de toda una compañía,
ese necesario introducir el término de Supply Chain (SC), que abarca las
tareas, procesos y demás operaciones logísticas necesarias para llevar un
producto o materia desde los proveedores de nuestros proveedores hasta los
consumidores finales, incluyendo en muchas ocasiones un servicio post-venta.
Analizar y entender la SC de la empresa nos permite no sólo conocer mejor el
funcionamiento de la misma, sino también elaborar una mejor estrategia que
permita a la empresa alcanzar las metas propuestas.
Dentro de los elementos claves para
tener una buena SC, se encuentran las buenas relaciones con las diversas partes
de la SC, bien sean mis proveedores, proveedores de mis proveedores, clientes,
centros de distribución, etc; ya que una buena comunicación permite responder
con una mayor eficiencia a las posible eventualidades que surjan y que puedan
comprometer el funcionamiento o desempeño de la compañía; además, las buenas
relaciones pueden tener otros grandes beneficios a largo plazo, como una mayor
confianza entre las partes, que en ocasiones puede dar lugar a reducciones
significativas de costos, debido a la eliminación de procesos como por ejemplo
los de revisión.
Adicional a lo mencionado es
pertinente destacar la necesidad de romper con el paradigma de una estructura
organizacional totalmente vertical, en donde las funciones y tareas se delegan
a determinados departamentos, y cada uno de estos departamentos trabaja de
forma aislada e individual buscando unos objetivos propios ajenos a los de las
demás áreas. Una buena SC, considera áreas interdisciplinarias que se
encuentran comunicadas entre sí en todo momento, bien sea mediante herramientas
tecnológicas como la implementación de un sistema ERP o mediante la interacción
humana; se busca que todas las áreas y departamentos de la organización
compartan objetivos en común, que trabajen como un equipo, como una
organización y no como células aisladas.
Uno de los grandes retos para las
empresas actuales y en especial, las grandes organizaciones es conectar todas
las áreas y departamentos, para que puedan disponer de información actualizada
en tiempo real independientemente de a quién le corresponda consignar esa
información; por ejemplo, es de vital importancia que los vendedores de una
empresa tengan la capacidad de conocer en tiempo real la existencia en bodega y
el inventario en tránsito, además de su tiempo estimado de llegada a bodega de
los productos que este vende, para evitar grandes problemas como vender
productos sin existencia o abstenerse de hacerlo por la especulación que genera
no sabe qué hay y qué no hay.
Gracias al desarrollo tecnológico de
las últimas décadas se han podido desarrollar herramientas computacionales con
el fin de integrar las funcionas y áreas de una empresa, facilitando las
interacciones y el flujo de información entre ellas; una de estas herramientas
es el ERP, Enterprise Resource Planning, que mediante algunos módulos que han
sido desarrollados para suplir ciertas necesidades particulares, logra conectar
la empresa no sólo consigo mismas, es decir, internamente, sino que también
plantea la posibilidad de expandir esos flujos de información a terceros, según
lo requiera la empresa, como a proveedores, o clientes, facilitando algunas
tareas para ambas partes; por ejemplo, el cliente puede, si así lo quiere la
empresa, el inventario en tiempo real y montar un orden sin necesidad de
interacción física con ninguna persona; posteriormente, el encargado de pedidos
podrá autorizar y despachar dicho requerimiento, ahorrándose así la necesidad
de enviar una persona hasta el cliente para tomar el pedido.
Luego de haber abordados en el
tan voluminoso tema de la SC, y en aras de comprender cómo lograr crear
estrategias que permitan la generación de valor agregado para la compañía,
logrando así un mejor posicionamiento en el mercado, es necesario hablar del
Supply Chain Managment (SCM), el cual es un concepto que integra diversos métodos
para la planificación y el control de los procesos relacionados con el
funcionamiento de la SC.
Por otro lado, tenemos la Supply
Chain Strategy (SCS), elemento principal tratado en el éxito de UPS, Supply
Chain Strategy The Importance of Aligning Your Strategies, en el cual se
plantea la importancia y necesidad para las organizaciones que desean tener
éxito en el mundo moderno, el tener una estrategia clara en cuanto a la SC.
Para lograr la creación de valor
agregado en una empresa, se debe tener claro qué se quiere lograr, mientras hay
empresas que optan por mejor servicio al cliente, puede ser que otras empresas
opten por reducir los precios de sus productos para captar un público mayor.
Una correcta SCS permite direccionar
a la empresa, lo que permite a su vez conocer la forma en que se trabaja con
los socios de la SC; permite recoger y mejorar las relaciones y el trabajo en
equipo que tienen lugar con los proveedores, clientes de clientes, clientes
finales, distribuidores, entre otros, para lograr una mayor competitividad,
elemento fundamental para el éxito de una empresa.
La estrategia o conjunta de estas que
se adopten por parte de una empresa debe ser considerada como única y debe
diseñarse de acuerdo a las necesidad particulares y específicas de la empresa,
del medio y de su SC; razón por la que es necesario conocer y estar en
capacidad de analizar todos elementos y partes de la SC de la empresa para dar
poder diseñar la mejor estrategia posible.
Para el diseño de la SCS es necesario
tener claro los objetivos particulares que pretenden ser alcanzados o mejorados
mediante la implementación de la estrategia, como reducción de costos, mayor
productividad, etc. Ya que es necesario que la SCS apoye esta estrategia de
negocio que se desee adoptar.
En el texto de la UPS, se plantea una
seria de pasos o lineamientos que pueden ser seguidos para la elaboración de la
SCS; posterior a la elección de los objetivos y metas, se debe conocer cuáles
son las fortalezas, debilidades y el alcance de la SC de la compañía, para
lograr obtener una estrategia acorde a la realidad, que no sea redundante ni
busque alcanzar objetivos que a corto o mediano plazo, son inalcanzables para
la empresa, ya que esto resultaría en un exceso de costos y esfuerzo por parte
del personal innecesarios. Posteriormente, se deben evaluar, considerar y
ponderar los riesgos y posibles beneficios de adoptar determinada estrategia,
se deben escuchas a recomendaciones para tomar las respectivas decisiones.
Luego de haber determinado lo mencionado,
lo siguiente que plantea UPS para la elaboración de la SCS es concretar la
estrategia, materializarla; empezar a concretarla mediante la designación de
responsabilidades, divisiones, tareas, roles, entre otros, que permita la
estructuración de la estrategia y su correcta implementación y funcionamiento.
Adicional a estos pasos, en el texto
se destacan algunas consideraciones importantes a la hora de elegir y elaborar
una SCS. Entre estas consideraciones se encuentra la necesidad de colaborar y
cooperar con los socios (proveedores de proveedores, proveedores, clientes,
etc), se plantea que es necesario considerar el actuar de todas las partes que
intervienen en la SC, para lograr crear una estrategia que integre dichas
partes, evitando posibles contradicciones, contratiempos, etc. También, se
plantea la posibilidad de tercerizar cuando sea apropiado; existen tareas,
labores y procesos que no hacen parte del “core” de una empresa, dichas labores
y tareas pueden y deberían ser asignados a terceros especializados en ellas,
permitiendo destinar una mayor fuerza laboral a las tareas y procesos propios
de la empresa, que contribuyan al crecimiento y mejoramiento de esta.
Posterior a la estructuración e
implementación de la estrategia, es necesario rastrear y monitorear el
desempeño de la estrategia implementada para conocer qué tan eficiente es
realmente. Se debe también analizar los costos adicionales que pueda suponer la
puesta en marcha de la SCS, y contrastar con los beneficios de la misma, para
decidir si vale la pena o no mantener dicha estrategia. Continuar con las
buenas relaciones es también esencial para el triunfo de la estrategia.
La comprensión y análisis de la SC es
un tema extenso y denso, que presenta un reto debido al paradigma de pensamiento
lineal que muchos de nosotros manejamos a la hora de resolver problemas, sin
embargo, es de vital importancia para un organización entender el
funcionamiento de su SC para lograr realizar mejoras que repercutan
posteriormente en el desempeño de la misma.
Se debe entender que aunque existen
algunas guías para la elaboración de SCS, no existen dos SC’s idénticas, ya
que cada compañía presenta sus peculiaridades, por lo que debe analizarse
cada estrategia potencial de forma aislada, y evaluar su posible beneficio para la
empresa.
Podemos observar que la adopción de
una buena estrategia puede ser un factor decisivo para determinar el triunfo o
fracaso de una empresa; entender el funcionamiento de una empresa requiere
también entender las relaciones que esta tiene con las partes de la SC. A
medida que se analiza la SC se pueden descubrir falencia o fortalezas que
pueden ser explotadas para obtener un mayor desempeño.